domingo, 29 de julio de 2018


Haiku rebelde escrito en La Mancha
                           
Cualquiera sabe
que en el haiku no hay rima:
este es distinto.

Por simple instinto
estuvo desde antes
aquí en mis ojos.

Con sus manojos
de música y de ríos
flores, poesía.

¡Tan tuya y mía,
es la ilusión que envuelve
este paisaje!

Es otro el traje
que ha de vestir un haiku,
lo he aprendido.

Pero decido
ser agua, piedra, ciclo,
naturaleza.

Es mi certeza:
volver haiku al recuerdo,
verano estrella.

Pues dejan huella
castañuelas y jotas,
en la vendimia.

¿Será su alquimia
de azafrán y tomillo,
de fiesta y puente?

Es diferente,
es única La Mancha,
carnaval bello.

Puro destello:
San Antón, San Isidro,
huertos floridos.

Y los sentidos
con su festival propio
¡Los miguelitos!

Mágicos ritos
atravesando el viaje
de don Quijote.

Haré que brote
en mi haiku rebelde
algo que una…

Como esa luna
que iluminó la noche
y fuimos uno.

¡Qué inoportuno,
último sol que huye!
¡Qué viento traidor!

Brindemos mi amor
(nuestro sueño lo intuye)
¡Por el verano!

               

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